Almejas a la marinera de Cádiz

Como hoy os traigo una receta muy arraigada en Cádiz: almejas a la marinera, quiero aprovechar para presentaros un rinconcito de mi ciudad: la playa de La Caleta. Aunque en Cádiz hay tres playas urbanas más: de La Victoria, Cortadura, y Santa María.
La playa de La Caleta está situada en el centro histórico de la ciudad; inicialmente ya esto la hace relevante. Salir de visitar la catedral, o el teatro romano, y encontrarte con una playa, es realmente poco frecuente. El mar Atlántico penetra sobre La Caleta en forma de concha. Esta playa está flanqueada por dos castillos: a la izquierda el de San Sebastián con su faro, construido en el s. XVIII, y a su derecha el de Santa Catalina, que data del s. XVI. Sobre la playa hay construido un antiguo balneario, al que su arquitecto se le ocurrió dotar de dos enormes galerías, que parecen acoger o abrazar al mar. La orilla está llena de barquitas, que en verano traen unas caballas caleteras inigualables. Y no digamos de la captura de mojarras o zapatillas, parientes de la dorada salvaje. Aunque esta no ha sido la playa de mi infancia, ni la habitual en la actualidad, reconozco que es la playa especial de los gaditanos. Tiene una puesta de sol espectacular, con una fotografía fantástica. También es un rincón natural de poetas, escritores, cantautores del carnaval, … ¿Quién no recuerda en sus paseos diarios, y recogiendo residuos en La Caleta, al escritor Fernando Quiñones?
En próximas elaboraciones gaditanas, iré compartiendo con vosot@s nuevos rincones de mi querido Cádiz.
Al pie de la receta os dejo unas imágenes de la playa de La Caleta que complementan mi introducción.

Ingredientes.2 p. T. elaboración 20 min.

500 g almejas de carril.
3 d. ajos.
1 cdta. pimentón dulce de la Vera.
60 mL aove.
125 mL vino fino Tío Pepe.
Perejil fresco picado.
Sal fina yodada.
Sal gorda yodada.

Modo de hacerlo.

1. Esta es una propuesta opcional. A pesar de que hoy las almejas nos llegan bastante limpias y seguras, me gusta enjuagarlas bien, y dejarlas durante 30 min en agua abundante con sal gorda.
   
2. Siempre se deposita algo en el fondo, mejor que se quede aquí, a que nos chafe la receta.
   
3. Debemos elegir una sartén o cualquier otro recipiente, donde todas las almejas entren en contacto con la base de calor.
   
4. Una vez que el aceite haya alcanzado temperatura, incorporamos el ajo muy picadito. Hacer a f.m.s.
   
5. Hay que humillar el ajo sin dejar que dore demasiado, esto nos cambiaría el resultado de la receta. De esta manera, el sabor protagonista en el plato, son las almejas.
   
6. Una vez que hemos conseguido el punto del ajito, llegan las almejas y el pimentón. Movemos para pasar un poco el pimentón, y dar paso a lo siguiente.
   
7. Llega el momento de un buen vino. Hay que dejar evaporar el alcohol durante 1 min aprox. A continuación se le añade la mitad del perejil picadito y la sal fina al gusto. Se mezcla todo muy bien.
   
8. Cubrir las almejas para que se abran con mayor rapidez y aporten sabor a la salsa. Mantener a f.m. hasta que se abran.
   Es bueno hacer movimientos circulares de vez en cuando con la sartén, para obtener una salsa trabadita, donde todos los ingredientes queden integrados.
   
9. Ahora recurrimos al perejil reservado y se lo ponemos por encima. Se retira del fuego, y listo para emplatar.
   

Propuesta de presentación.

Con cierta frecuencia sirvo las almejas en cazuela de barro, sobre todo en invierno, no lo hago por estética, sino porque las almejas se comen de forma pausada, y esto lleva a que se enfríe la salsa, y queremos mojar y mojar.
Mi método es rellenar las cazuelas de agua e introducirlas en el horno hasta que alcancen temperatura. Después se vacían, se secan muy bien, y listo para emplatar.

Consejos y sugerencias.

1. Las almejas a la marinera de Cádiz, nunca han llevado cebolla, ni harina para espesar la salsa. Lo comento, porque últimamente estoy observando, cómo se están asociando estos dos productos, a la receta gaditana. Cuando se utiliza una buena materia prima de: almejas, vino, pimentón, aceite, …, la harina, lo que viene es a mermar sabor y a producir una digestión pesada.
2. Yo huyo de los vinos denominados “para cocinar”. Dejando marcas, lo fundamental es elegir un vino fino de calidad, el que te tomarías para acompañar un buen aperitivo.

Visita nuestros Trucos y consejos que son muy útiles.

Una vista general flanqueada la playa por los dos castillos.

A la izquierda tenemos el castillo y faro de San Sebastián.

Aquí lo podemos ver con mayor detalle.

A la derecha el castillo de Santa Catalina.

En este plano podemos observar mejor su situación en el conjunto de la playa.

Este es el camino que nos lleva a visitar el castillo y faro de San Sebastián. Es un paseo maravilloso con una fotografía sensacional.

Aquí tenemos la construcción del antiguo balneario que parece abrazar al Atlántico.

Diferente perspectiva de la construcción, y tras ella un espectacular ficus.

Este es el árbol que se veía en la fotografía anterior.

No es que sea un árbol milenario, ya que su origen es de 1903. Hace pocos años enfermó y se desprendieron dos enormes ramas, lo bueno es que sigue ahí, sano, y fuerte. Detrás de él está el edificio del antiguo hospital de Mora, hoy facultad de Empresariales. De siempre me han atraído enormemente los árboles, quizás más que las flores, que por supuesto son maravillosas. Este es mi árbol especial, durante años he pasado por debajo de él para entrar a las prácticas.